domingo, noviembre 2

Mareado

El tiempo tiene una cualidad extraña. Se expande. Se dobla. Se rompe.
Es inverosímil que a pesar de las eras que el hombre lleva sobre la faz de la tierra no haya aprendido a viajar a través de la delicada tela del tiempo.
Y sin embargo, el tiempo tiene esa cualidad de componerlo todo, de reordenarlo, de ponernos en el camino indicado, de resolverlo todo.
El tiempo es ese licor que me marea a estas horas, que con sabores dulces, amarcos, inexistentes (todo cambia dependiendo de la copa de la que se beba) me pone en el lugar indicado para reencontrarme con los rostros de los que nunca debí de separarme.
Baile de disfraces pues, en los que el tiempo hace sus travesuras.

1 comentarios:

Evey dijo...

Ya te seguía y no me acordaba... :)
Gracias por invitarme de todos modos, seguiré leyéndote :)