domingo, febrero 1

Aunque sea de "Mi Alegría"

Quiero un telescopio. De nuevo. Como cuando era un chavalito y el cielo se veía colmado de estrellas titilando y yo me discutía entre las que serían planetas y las que serían soles brillando desde hace miles de años en un punto indeterminado e inimagible del universo.
Aunque sea de "Mi Alegría" y no se vea mas que la cara golpeada de la luna a lo lejos y las estrellas sigan siendo puntitos diminutos enmarcados en un círculo negro en la orilla del telescopio.
Quiero un aparato de esos con espejos, lentes, tuercas y tornillos para ajustar la imagen; sentarme en la azotea de la casa como niño con juguete nuevo -y así sería- soñando a ser el astrónomo que nunca seré.
Quiero un telescopio, aunque sea de "Mi Alegría", para mí solito, para viajar a través de los espejos fuera de este planeta y caminar, como el principito aquel, de asteroide en asteroide para platicar con rosas solitarias y vanidosas, trepar por baobabs empecinados en crecer, y caer finalmente, en el amplio desierto de la realidad junto a un piloto pintor perdido.

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