Reducidas a la mínima expresión
los paliativos de las necesidades
(malditas drogas, dirían las brujas,
adorables alucinógenos, diría... yo),
barajeo los pases con permisos posfechados:
vacaciones sin plan establecido,
cenas unilaterales,
regalos olvidados al pie de la cama.
Lálala lálala la.
-¿A qué hora tomo las llaves de la mesa
y monto en el vehículo adecuado
para devolver (con el tiempo justo)
el instante secuestrado a su promontorio?-
Descubre en mí
que quiero ventanas,
saca tiras de piel bajo mis uñas
y encuentra en ellas los testamentos susurrantes
(todos estamos a un paso de convertirnos,
sin remedio,
en una persona diferente cada día).
De los zapatos colgados
-para que se sequen,
el sol arde con tanto amor,
que nos arranca una sonrisa-,
hacen sombra que juega sobre el pavimento
recién apelmazado.
Yo quiero que se haga de noche.
Yo quiero que estos mareos no tengan diagnóstico.
Yo quiero que las saciedades aparezcan.
Yo quiero muchas cosas.
Quiero tanto. Quiero tanto, amor.
Quiero tanto.
Un rompecabezas con trocitos de cielo.
Quiero, quiero tanto.
Onomatopeyas correctas para los suspiros quebrados.
Yo quiero, lo quiero, de veras, amor, lo quiero tanto.
Acervos de afirmaciones, ronzales y carroza.
Yo quiero un número de suerte.
-O seis, o una serie ganadora-.
Yo quiero...
(Lálala, lara, lara, la)
-I am the passenger,
and I ride, and I ride,
I ride trhough the city's blacksides...-
A)
El límite inferior del ojo
tiene una peculiar forma de cosquilleo,
casi un ardor que amenaza con sal y viento,
como el soplo ante la playa,
como el vapor saliendo de la olla,
como la fricción entre las dos hojas de la tijera,
antes de que emerja la lágrima.
-Get in to the car,
We'll be the passenger,
We'll ride trhough the city tonight-
(Lálala lala lara lalá)
B)
Pero maquinar el beso,
como un juego de las escondidas,
casi cápsula multitemporal a enterrarse en el jardín,
un rechazo a las convocatorias
y una provocación a las revoluciones.
Un beso estalla.
Yo quiero. Quiero, amor, yo quiero.
Si con un beso los átomos se redefinieran,
todo un universo paralelo se abriría ante nuestros pies
y nos aparecerían espadas ceñidas a la cintura
para conquistarlo.
-Oh, the passenger,
he rides and he rides,
he sees things from under glass,
he looks through his window's eye...-
C)
Casi como un día,
una fracción,
un asiento preparado:
caminos abriéndose como brazos,
y los brazos abrazando en tanto se remontan,
una a una,
las fronteras,
tanto calor, y arder.
Yo quiero, quiero, amor, arder.
Ser solo un pasajero.
ECDQEMSD Podcast Show 5921 - Guerras, Misiles y Personas
Hace 14 horas.
2 comentarios:
Joven Clint Eatswood, no se termine las balas. Tenemos que abrir un Jack Daniels; organizar una gira, de esas que van del Soconusco a Yajalón. Pronto se comunicará mi manager de giras, una japonesita bien bonita
Un abrazote
Quedaré pendiente entonces y mantendré a salvo las balas restantes. No sabe lo bien que me vendría un Jack Daniels, aunque en tiempos como los que corren actualmente, con un Jhony Walker me iría ya bastante bien.
Un abrazo del desierto, allá en el viejo y salvaje oeste.
Salud!
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