lunes, junio 7

Una pieza suelta



El amor, motivo de perdón
y suspicacia, es –son– estos ojos
que se cierran.
Luis Daniel Pulido.
Rompí el lazo y dejé caer las cuentas
con sus citas fantasmales de atadura cibernética.
Rompí la máxima de no brindarte minucias
y en la construcción de un universo sin fronteras
atajé vacío con las manos.
[Yo, siempre con el fanatismo por las sonrisas de encaje
y su instinto criminal goteando,
las distancias abiertas para dejar caer las incidencias,
el preámbulo, la presentación, el sueño...]
Venimos para escribir las instrucciones
de un ritual que empieza con manos entrelazadas,
caminamos para descifrar los mecanismos de la costumbre
ante la aparición de las tazas de café.
[Caudal de constelaciones -de invocaciones
y de resueltas trampas-,
lamer los sobres para enviar mensajes
y agitar las zarzas, divertir a los titiriteros
con nuestros juegos -nunca hemos de envejecer
ni sujetarnos, del todo, a los convencionalismos,
a los contratos, a las mentiras-].
Amar las definiciones que se escriben
y rasgan el papel con la afilada punta de un lápiz
humedecido en profética saliva.
Todo.
Y héroes de una saga circular,
y villanos aparecidos en el sitio exacto,
y todo somos,
cabezas mirando hacia el verdugo,
redentores negándose al exhilio de las verdades,
bailarines quebrantando el ritmo natural de las estrellas.
Todo. Tan poco que cabe en una cáscara de nuez
y es tu ofrenda para el resto de nuestros días.

2 comentarios:

luis daniel pulido dijo...

Estimado Lord:

Un honor estar en el ángulo de su estupendo poema. Como verdadero Spider Man, colgadito, viendo como se agitan las zarzas.

Un abrazo afectuoso

El Hombre de la Mancha (de cochinita pibil en la camisa)

Lord Edramagor dijo...

Luis Daniel:
Luego le paso las chelas correspondientes a las regalías por el uso de un fragmento de su texto.
n_n
Abrazos!