martes, marzo 13

Qué silencio...

Últimamente hay mucho silencio. El que uno provoca. El que llega sin ser provocado. El que uno tiene dentro de sí a pesar de que haya múltiples voces hablando.
Hay silencio por las noches. Mi casa ya no tiene un guardián y por eso ahora duermo más intranquilo que antes, por que no hay ladridos que remuevan de mis sueños las amenazas.
Las mañanas se han vuelto silenciosas también. No importa que se lance una piedra al cristal de los pensamientos (propios o ajenos) nada llega. Ni ecos. Es frustrante no provocar una onda expansiva al golpear la superficie del agua.
Hay días silenciosos en los que yo mismo me vuelvo hermético y escribo redondillas y completo versos de un poema largo, un poema que repta a través de mí como una historia interminable. Es una historia interminable. Tatuándome sus símbolos.
Ha habido mucho silencio pero también ha habido días ruidosos.
En fin.
Cambio de tema.

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Después de todo sí hay bastantes personas que se dan una vuelta por este blog, lo cual me eleva los ánimos cuando más bajos los tengo. No todos dejan algún comentario, pero ya es bastante que dediquen un poquito de su tiempo, siempre lo digo y lo reitero. Así que gracias.
Una de esas personas se tomó la molestia de escribir algo para el blog, así que sin más, voy a subirlo en esta entrada, como una muestra de los sonidos que a veces uno alcanza a escuchar.
Gracias.

Acaso eres tu quien
No cesa de imaginarme
Tras la unica noche que
Olvide mi tristeza y la luna
Nublo mi amargura con su luz
Y me viste y soñaste con el instante.


Muchas gracias por el detalle cortesía de Liliana Espinosa.
Espero pronto ir variando más los temas de la bitácora, espero MUY pronto variar más los temas de esta bitácora. En ese sentido, deséenme suerte :).

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