domingo, agosto 3

Podría gritar...

La carretera es un alienígena, un invasor clavado en la cara de la montaña. Una resbaladilla sonriente por que bajo. Una trampa de gravedad. Allá vamos. Tú con una flor clavada sobre la oreja y yo con un cigarro encendido que se consume al viento. Yo con mi bandera de punta encendida. ¿Verdad que esto te da risa? Vamos cayendo, refrescándonos con el aire que se cuela por la rendija. Nos reímos. Nos miramos a ratos. Nos reímos y yo solo dejo que el auto siga rodando cuesta abajo mientras la música suena, a todo volumen, aunque nos hayamos quedado sordos tres kilómetros atrás.
¿Verdad que esto te da risa? A mí también, pequeña mía, a mí también. Y sin embargo, en esta circunstancia tan precaria, a unos pocos metros -o kilómetros, nunca se sabe- de estrellarnos irremediablemente contra una pared de roca, todavía estoy seguro que podría volver a gritarte los secretos que me contaste al oído. De verdad, te lo digo, aun ahora, podría gritar.

2 comentarios:

Calixta dijo...

Oh si, oh si !!!
Me encanta la rola.

Gritar para sacar de adentro el acumulado de lo que es ser yo.
Gritar para dejar al descubierto las palabras que se amontonan en mi cabeza cuando debo de callar.
Gritar para ensordecer a los que quieren hacerme escuchar lo que no deseo y que definitivamente no me importa.
Gritar para desaparecer el miedo de estallar.
Gritar para morir en el intento de suicidio.
Gritar.

Jo!!! que buen ejercicio de autoayuda... jiji.
XOXO

Lord Edramagor dijo...

Si ke si. La música es catarsis, llega en el momento indicado... y a veces también, llega en el más inoportuno. Como quien dice, llega para decir lo que a veces no hemos podido gritar.
Gracias por pasar por aqui! Saludosssss