Dulce como el sueño que no llega
-acusaré al insomnio de la impiedad,
de las batallas imaginarias en las que caen vencidos
los votos arruinados y las civilizaciones perdidas-,
revelación de la hora,
flor eléctrica parpadeando ante la mariposa
y su vuelo que dicta océanos revolucionados
y tifones en los trópicos del subdesarrollo.
Piel y navaja, todo veneno:
el azúcar cuajada en las articulaciones
desde que los diagnósticos inintelegibles prescribieron.
Eso es sólo veneno,
el arco triunfal de las perlas torcidas revolviéndose
en el estertóreo vaivén de una bondadosa carcajada de burla
-venga, culpemos a la falta de sueño
de los umbrales traspuestos y reducidos de la tolerancia-.
Los óleos de la difamación onírica:
cuerpos en mutación,
cuadrúpedos míticos ante los espejos uniformantes
y tú, a mi lado,
descubriendo cómo el cabello cambia de lugar
y el rostro convulsiona,
como después del diálogo con el Padre,
ante las mafias
-antes, también llamadas, calamidades-,
la imagen verdadera nace y se convierte,
-porque, es cierto, ninguna revelación llega completa
si no hasta después del tercer mal sueño-
en evanescencia.
Dulce como la falta de clemencia
y el juicio multitudinario,
púrpura y destilado,
el veneno excedente cae de los labios
y germina la tierra.
I'LL BE BACK
Hace 2 horas.
2 comentarios:
Querido amigo:
Agradezco las órbitas,las palabras,la sombra y la luz. Te comento que he visto Arizona Dream de Kosturica, a quien le he sugerido que contrate a Liz Gallardo para una de sus películas.
Tengo algunos contratiempos familiares, pero si me gustaría tomarme pronto ese cartoncito de cervezas con ustedes y escuchando el Making Movies de Dire Straits, el que considero un discazo.
Un abrazote
Abrazo de vuelta, carnalito.
No se preocupe, llegará el día en que podamos hacer coincidir espacios para bebernos las obligatorias chelas.
Nos vemos por estos lares!
Wiiiii
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