Te regalaron un manual de instrucciones para tratar de entender lo que pasa en el mundo:
Caes en la cuenta de que todo pasa tan rápido que no llegas a comprenderlo y hasta lo más grave de este mundo se transforma en efímero.
Y lanzado a esa red, donde lo atroz son segundos, todo parece carecer de importancia.
La ruta es veloz: y te pareció ver el hambre, y te pareció ver la muerte, te pareció ver la injusticia, te pareció ver un ejército avanzando, un millón de desterrados, un tirano despiadado, mil chicos sin futuro, un pueblo haciendo fila detrás de un mostrador.
La ruta es veloz: y tu ojo no llega a digerir tanta información.
Todos números, todos promedios, todas promesas, todos cuadros matemáticamente concebidos para convertir la realidad en una esfera blindada.
Un paisaje que pasa demasiado rápido: Y las luces iluminan por aquí y por allá dando pequeños pantallazos. Te preguntas dónde estás parado y cuando empiezas a sospecharlo la ruta ya te llevó a otra parte.
Te pareció ver a un traficante de armas formar una familia, te pareció ver robar a un policía, te pareció ver a un ladrón robar para un protector, te pareció ver a un juez vender las leyes y a un asesino matar por ser demasiado cobarde para matarse.
¿Estará fallando el manual de instrucciones?
El ojo que te regalaron te mira mal porque te haces demasiadas preguntas.
No hay respuesta para todo.
El manual falla y odia que te des cuenta.
Las luces tratan de convencerte de que no hay tiempo para pensar, vendiéndote que lo mejor que podes hacer es nunca mirar más allá del blindado.
Texto: El Pirata
Foto: GuilloH
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Hace 1 día.
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