lunes, febrero 21

Looking for a monster



En algún lugar, con sus ojos amarillos muy abiertos, espera agazapado a mi llegada. Ha de encenderse una hoguera, abrirse el cielo de la noche y congelarse las horas o convertirse en nada mientras él se decide a hablar.
Y cuando lo haga, yo escucharé atento esa larga historia que empezó hace tanto y de la que he sido testigo. Primero debe hacerme recordar lo olvidado, rehacer el camino hasta donde llegamos juntos para evitar que yo me desoriente y me pierda en alguno de los oscuros vericuetos.
Así, de ese modo, hasta que yo esté listo y pueda seguirle escuchando sin que él deba detenerse, tejiendo esa historia junto a mis sueños para que incluso cuando su voz desaparezca yo pueda seguir escuchando.
La hoguera no se extinguirá ni la noche dará paso el día hasta que esta aventura haya terminado.
Él ha sido quien me ha convocado y no de otra manera. Yo no lo traje aquí, antes bien fue él quien me desterró del tiempo convencional para mostrarme ese paisaje del eterno nublado y el atardecer eterno.
Este día, seguramente, empezará el camino para recuperar de nuevo el sol para esa tierra abandonada y maldita; este día comienza de nuevo la historia.
En algún lugar de su mente y de la mía se están desenvainando las espadas, se están apretando las riendas, se ajustan los yelmos, se recuerdan los conjuros. Y yo he de llegar muy pronto ante su hoguera, para escucharle decir todo lo que ha de contar...

1 comentarios:

Supernova dijo...

la historia es incontable..