Días
largos unos, cortos otros.
Noches iguales.
El problema
no es dormir
o no dormir.
El problema,
el asunto al final del día,
es haber dormido menos
y haber soñado más.
Ojos arenosos de ensueños,
de tantas cosas construídas
a golpes de imaginación,
tallados sobre la almohada.
Soñar despierto, como si no fuera bastante,
soñar dormido.
Ensueño tras ensueño,
y el trajín del nuevo día,
es mi somnolencia lúcida.
Ayer caminaba por una calle,
hoy espero sentado frente al escritorio.
Escribo reportes de trabajo,
camino con hambre hacia la casa.
Cuántas cosas se pueden hacer
durante un día
y yo sigo soñando,
despierto.
Cierro los ojos que me arden de sueño.
Abro los ojos.
Y sueño.
largos unos, cortos otros.
Noches iguales.
El problema
no es dormir
o no dormir.
El problema,
el asunto al final del día,
es haber dormido menos
y haber soñado más.
Ojos arenosos de ensueños,
de tantas cosas construídas
a golpes de imaginación,
tallados sobre la almohada.
Soñar despierto, como si no fuera bastante,
soñar dormido.
Ensueño tras ensueño,
y el trajín del nuevo día,
es mi somnolencia lúcida.
Ayer caminaba por una calle,
hoy espero sentado frente al escritorio.
Escribo reportes de trabajo,
camino con hambre hacia la casa.
Cuántas cosas se pueden hacer
durante un día
y yo sigo soñando,
despierto.
Cierro los ojos que me arden de sueño.
Abro los ojos.
Y sueño.
2 comentarios:
sonámbulos, eso es. ¿cuántos sueños como edredones cubren éste vivimos?, ¿cuándo despertaremos en el último?... ahora sí como dice el Borges (creo también lo pensó Neo)... ¿Qué dios detrás de Dios...?
mhmmm...
necesito un trago.
chales
(-1 sueño)
gracias buen martino, en efecto, ahi andamos, en una realidad de sueños y en sueños más reales que todo lo demás.
Gracias por la visita!!
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