lunes, enero 12

Cosas.

Voy a decirte cosas. Las peores. Las inimaginables.
Apilaré mis blasfemias preferidas sobre tu almohada,
en los pliegues de las sábanas
que juntos (jajajá) arrugaremos.
A mí los juegos de palabras no me salen,
no me gustan, los deploro.
Por eso, el lenguaje sencillo de las maldiciones,
podredumbre palabreada,
manchando las paredes blancas que nos mirarán
(jajajá jajá jajajá)
queriéndose tapar los oídos
-porque las paredes oyen, mi vida, oyen-.
Atrás de ti y de mí quedarán los poemas viejos
que nadie lee ni aprueba.
Esas pérdidas de tiempo en las que revoloteaban mis plumas.
Porquería.
Vamos a decirnos cosas. Las peores. Las inimaginables.
A manchar el eco de tus gritos en la habitación.

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