viernes, enero 16

Un día largo... el de hoy y mañana.

El día va a ser largo, sí, el de mañana.
El de ayer fue largo, sí, ese mismo.
¿En qué momento estoy entonces?
No.
¿En cuándo?
¿Cómo se escribe el instante mismo en el que uno da el salto?
Los viajes en el tiempo son canicas de sabores atoradas en la garganta.
Mañana la única promesa vigente
es el viaje a una catarsis.

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