miércoles, marzo 4

Curva



De la tráquea al fondo
del saco de las ideas en desorden,
arañando la corteza interna para hacer luz:
tan vacío como el perfecto en que brillabas:
haces abismo, naces, eres ya
el posible que se precipita a disolverse.

En la última advertencia
el cristal se hizo carne,
astilla por astilla echada a volar en nocturna.
En lo cercano
todo se ve táctil, ocurre
como fiebre, aturde.

Sin objeción,
yo extendería mis ramas a las ataduras:
verme explotar en el cielo:
todos los escalofríos caben
en la ferocidad de esa sonrisa.


0 comentarios: